Triglav

Quiénes somos
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Historia de la Asociación Mutual Eslovena TRIGLAV: un legado cultural en Villa Real
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, los cambios geopolíticos en Europa generaron profundas transformaciones en los Balcanes. Muchos eslovenos que habitaban el litoral marítimo —zonas como Primorska y la región del Karst— se vieron forzados a emigrar por razones políticas, especialmente tras la anexión de esos territorios por parte del Reino de Italia y el avance del fascismo. En busca de paz, libertad y nuevas oportunidades, miles de ellos cruzaron el Atlántico y encontraron en Argentina un nuevo hogar.
Entre las décadas de 1920 y 1940, estos inmigrantes comenzaron a asentarse en distintos barrios del Área Metropolitana de Buenos Aires. Algunos eligieron zonas como Versalles, Saavedra, Liniers o Florida, pero una gran mayoría se concentró especialmente en Villa Devoto y Villa Real. Allí, no solo encontraron un espacio donde echar raíces, sino también la posibilidad de reconstruir su vida comunitaria, preservar su lengua y transmitir su identidad cultural a las nuevas generaciones.
El nacimiento de una comunidad organizada
La necesidad de mantener vivas las tradiciones, el idioma y la cultura eslovena llevó a que, el 25 de agosto de 1925, naciera Ljudski Oder (“El Escenario del Pueblo”), la primera sociedad cultural organizada por y para eslovenos en Argentina. Su sede fue inaugurada el 18 de diciembre de 1938 en Ramón Lista 5158, en el barrio de Villa Real. Allí funcionaban bibliotecas, se realizaban representaciones teatrales, clases de idioma y encuentros sociales, convirtiéndose en un verdadero punto de referencia para la colectividad.
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A lo largo de los años, otras instituciones se sumaron al entramado cultural esloveno. El 12 de mayo de 1935 se fundó la Asociación Eslovena de Socorros Mutuos Naš Dom (“Nuestro Hogar”), y el 6 de febrero de 1958 nació la Asociación Zarja (“Aurora”). Cada una de estas entidades tenía un perfil particular, pero todas compartían la vocación de preservar el espíritu comunitario, de acompañarse en la vida cotidiana y de sostener un vínculo con la patria de origen, aún desde la distancia.
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El surgimiento de TRIGLAV
A comienzos de los años ’70, surgió la necesidad de unificar esfuerzos, consolidar recursos y ofrecer una sede común que representara a toda la comunidad eslovena en Buenos Aires. Fue así como, en mayo de 1973, la Asociación Zarja propuso formalmente la unión de las tres instituciones.
La iniciativa culminó el 7 de agosto de 1974 con la fundación de la Asociación Mutual Eslovena-Yugoslava TRIGLAV, cuyo nombre hace honor a la montaña Triglav, símbolo nacional de Eslovenia y parte del escudo de su bandera. Ese mismo año se adquirió el terreno en Manuel Porcel de Peralta 1458, en pleno corazón del barrio de Villa Real, donde hoy continúa funcionando.
TRIGLAV se convirtió rápidamente en un espacio de pertenencia, encuentro y proyección. A lo largo de las décadas, ha albergado no solo actividades deportivas, sociales y recreativas, sino también actos culturales, encuentros con representantes diplomáticos y celebraciones patrias eslovenas.
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Un rincón de Eslovenia en Buenos Aires
Como muestra del profundo vínculo con su tierra de origen, el Estado de Eslovenia envió como obsequio una auténtica “Gostilna”, una hostería tradicional eslovena, totalmente equipada y revestida en pino, que aún hoy se conserva como testimonio material y simbólico del legado europeo del club. Al cruzar sus puertas, se experimenta una atmósfera que remite a los bosques, las montañas y la hospitalidad típica de los pueblos eslovenos.
A este gesto se sumaron también otras repúblicas de la entonces Federación de Yugoslavia, que hicieron llegar al club tapices, cortinados y ornamentos que aún hoy decoran sus paredes, brindando una rica visualidad a la sede social y manteniendo viva la memoria de aquellos lazos internacionales.
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Nueva etapa: reafirmación eslovena
Con la proclamación de la independencia de Eslovenia en 1991, y tras el proceso de desintegración de Yugoslavia, TRIGLAV emprendió una nueva etapa. El 25 de abril de 1993, durante una asamblea institucional, se resolvió modificar el nombre oficial de la entidad, que pasó a denominarse Asociación Mutual Eslovena TRIGLAV, reafirmando así su identidad nacional, cultural y espiritual eslovena.
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Desde entonces, TRIGLAV no solo continúa siendo un centro deportivo, cultural y recreativo abierto a toda la comunidad, sino también un símbolo de la inmigración eslovena y de su aporte a la identidad plural de la Argentina. La institución conserva con orgullo sus raíces, sin dejar de evolucionar ni de abrir sus puertas a nuevas generaciones y propuestas.